De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (INEGI), más del 37% de los residentes en las principales zonas urbanas de la región fronteriza no tiene acceso a un vehículo propio, por lo que es probable que dependa del transporte público para realizar sus actividades cotidianas. Además, muchas empresas ofrecen un servicio de autobuses privado para el transporte de su personal hacia y desde sus fábricas y otras instalaciones. La tecnología que se utiliza normalmente en el transporte público de la zona fronteriza es la EPA 1998 cuyos sistemas de control de emisiones ya son obsoletos.
La Estrategia Nacional de Cambio Climático de México señala un aumento de 16.9% en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en el periodo de 2000 a 2010. Una de las fuentes de emisiones con mayor incremento es el sector de transporte con una tasa de crecimiento anual media de 4.1% entre 1990 y 2010. Dicho sector está vinculado con cerca del 30% de las emisiones de equivalentes de CO2 en México. De acuerdo con el Departamento de Transporte de EE.UU., los nuevos autobuses (especialmente los nuevos vehículos diésel) producen menos contaminación que los automóviles por cada milla-pasajero (0.16 libras de CO2 y 0.96 libras de CO2, respectivamente) mediante la utilización de tecnologías avanzadas y estándares más estrictos.
Mercader cuenta con esquemas de financiamiento diseñados para otorgar créditos a proveedores de servicios de transporte público. El proyecto tiene como objeto establecer un programa de financiamiento para apoyar la compra o arrendamiento financiero de vehículos de bajas emisiones en la región fronteriza de México con plazos más largos que sus opciones de financiamiento actuales. Para poder participar en el programa, los sujetos de crédito (incluidos los servicios de transporte de personal para empresas) deben tener una concesión vigente para la operación de un vehículo de transporte público, recibir la capacitación impartida por el fabricante y cumplir con los requisitos para la garantía del fabricante.
Los vehículos disponibles a través del programa serán fabricados por DINA Camiones, uno de los fabricantes de autobuses y camiones más importantes de México. A partir de noviembre de 2018 las unidades que operan a base de diésel deberán cumplir con los límites de emisión establecidos en la NOM-044-SEMARNAT-2017, en particular, con el estándar 1AA (equivalente a los límites fijados por la EPA en 2007) hasta el cierre de 2019 y con el estándar 1B (equivalente a los límites establecidos por la EPA en 2010) a partir de enero de 2020; y las unidades que operan a base de GNC deberán cumplir con límites de emisión equivalentes a los estándares fijados por la EPA en 2016.
Con el proyecto, se pretende mejorar los sistemas de transporte público al promover el acceso a autobuses de bajas emisiones contaminantes que además ofrezcan una opción de transporte cómodo, seguro, rápido y accesible para el mercado existente y al mismo tiempo mejorar las condiciones ambientales y sanitarias al lograr una reducción en las emisiones derivadas de la operación de los vehículos y la congestión vial en zonas urbanas. En comparación con las tecnologías de diésel utilizadas en 1998, los vehículos que cumplen con los límites fijados por la EPA en 2007 pueden reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) e hidrocarburos (HC) en un 70% y de material particulado (PM2.5) en un 77%. Los vehículos que cumplen con los límites fijados por la EPA en 2010 pueden reducir las emisiones de NOx e HC en un 95% y de PM2.5 en un 77%. En el caso de los vehículos de gas natural comprimido, se pueden reducir las emisiones de NOx en un 96% y de PM2.5 en un 98%.
Costo total del proyecto | US 76.02M | ||||
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Fondos del NADBank |
US 58.78M - Crédito del NADBank |
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Otras fuentes de fondos |
Clientes que participan en el programa |