Según la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés), en 2021, la principal fuente de generación de energía en Texas fue el gas natural (51%), seguido por el viento (24.7%) y el carbón (13.1%). Ese mismo año, la generación de casi 481,844 gigawatts-hora (GWh) de electricidad en Texas resultó en la emisión de aproximadamente 206 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono (CO2), 148,244 toneladas métricas de óxidos de nitrógeno (NOx) y 147,939 toneladas métricas de dióxido de azufre (SO2).
La transición hacia una red eléctrica de bajo carbono, y finalmente libre de carbono, presenta retos y oportunidades a medida que se incorpora cada vez más energía renovable en el sistema eléctrico. Uno de los retos principales es la intermitencia de las fuentes de energía renovable, como la eólica y la solar. Los operadores de red deben tener la capacidad de regular y maximizar el uso eficiente de la electricidad de fuentes tanto de carga base como intermitentes. Para ello, una de las soluciones más sencillas y eficientes es la implementación de sistemas de almacenamiento de energía.
Los sistemas de almacenamiento de energía contribuyen a mitigar la entrega intermitente de energía a partir de fuentes renovables, al almacenar el exceso de energía y entregarla cuando la demanda aumenta. Asimismo, ayudan a evitar emisiones al reducir la necesidad de utilizar centrales eléctricas a base de hidrocarburos para regular los constantes cambios en la oferta y la demanda de energía. A medida que la mezcla en el suministro de electricidad se vuelve más limpia con la implementación de fuentes bajas en carbono y de nulo carbono, el almacenamiento de energía ayudará a que la transición sea más sencilla y confiable.
El proyecto que se propone consiste en el diseño, construcción y operación de un sistema de almacenamiento de energía en baterías (SAEB) con capacidad de 200 megawatts en corriente alterna (MWCA) y dos horas de duración. Los componentes principales del proyecto son:
La energía eléctrica generada y los productos habilitados (los servicios auxiliares) por el SAEB se venderán en el mercado eléctrico mayorista operado por Electric Reliability Council of Texas (ERCOT).
El proyecto contribuirá al crecimiento de la capacidad de almacenamiento de energía en la red de Texas, lo que permitirá que el operador del sistema eléctrico administre la red de manera más eficiente al reducir el uso de centrales alimentadas por combustibles fósiles para aumentar o disminuir la oferta de manera rápida, así como las pérdidas de energía que resultan del desfase entre la oferta y la demanda. Además, apoyará la transición a una red más verde y sostenible al ayudar a integrar la electricidad generada a partir de fuentes renovable e intermitentes, como la energía solar y eólica.
Se espera que el proyecto almacene hasta 118,377 MWh de energía al año. En consecuencia, se estima que el Proyecto evitará la emisión de aproximadamente 50,571 toneladas métricas/año de CO2, 38 toneladas métricas/año de NOx y 38 toneladas métricas/año de SO2. La electricidad almacenada y entregada anualmente por el SAEB será el equivalente de atender a 28,597 hogares.