La ciudad de San Luis Río Colorado cuenta actualmente con 12 hospitales y 10 clínicas con un total de 117 camas hospitalarias, lo que equivale a 7.97 camas hospitalarias por cada 10,000 habitantes. Sólo dos de los hospitales brindan servicios especializados. La demanda de servicios médicos ha ido creciendo a una tasa estimada del 5% anual y se espera que alcance hasta el 7% en el caso de algunas enfermedades críticas, como diabetes, hipertensión y cáncer, además de partos. Esta demanda se ha agravado por la afluencia de pacientes con COVID-19, ya que las instalaciones médicas locales han estado operando recientemente al 100% de su capacidad, lo que pone de manifiesto aún más la necesidad de ampliar los servicios de atención médica en la región.
El proyecto consiste en el diseño, construcción y operación de instalaciones médicas privadas que incluyen un hospital y un centro de especialidades médicas.
Asimismo, el proyecto incluye la adquisición e instalación de equipo médico, tales como un escáner para tomografía computarizada (TC), imagen de resonancia magnética y un sistema de angiografía. El proyecto se desarrollará en un terreno privado de aproximadamente 3,000 m2 y se incorporarán a los edificios técnicas de construcción sustentable, así como materiales de construcción con alta eficiencia térmica, con lo cual se reducirá el consumo de agua y energía en las instalaciones, incluidos accesorios sanitarios de bajo flujo, un sistema eficiente de climatización, y aislamiento térmico en muros exteriores y el techo de los edificios.
Con estas instalaciones médicas se aumentará el acceso a los servicios de atención médica asequibles y sustentables en una región en donde actualmente existe una gran demanda de dichos servicios debido a la pandemia de COVID-19 y se brindará acceso por primera vez a servicios médicos primordiales, como una sala de urgencias para atención de traumatismos, una unidad de cuidados intensivos, cateterismo cardiaco y cerebral, cirugía cardiaca y vascular, tomografía computarizada y un banco de sangre privado, entre otros. Una vez que las nuevas instalaciones estén en funcionamiento y alcancen su capacidad máxima, se espera realizar hasta 33,800 exámenes físicos de atención primaria anualmente y que el número de camas hospitalarias en la ciudad aumente un 57%, pasando de 117 a 184.
Por otra parte, se espera que las nuevas instalaciones usen un 43% menos de agua que los establecimientos médicos convencionales, con lo cual se ahorrarán aproximadamente 15,815 metros cúbicos (m3) de agua al año, una cantidad similar al consumo de 60 hogares. Asimismo, se espera que se utilice un 18% menos de electricidad para refrigeración ambiental cuando se compara con un edificio de referencia, con lo que se ahorrarán aproximadamente 257 megawatts-hora (MWh)/año, una cantidad similar al consumo anual de 34 hogares. Esta reducción en la demanda de electricidad equivale a la eliminación de aproximadamente 83 toneladas métricas/año de emisiones de dióxido de carbono (CO2), así como de otros contaminantes criterio (óxidos de nitrógeno, dióxido de azufre y partículas.