Antecedentes

Los proyectos de energía renovable brindan la oportunidad de generar electricidad a partir de fuentes que no producen GEI y otros contaminantes criterio como los liberados por las plantas a base de combustibles fósiles. La energía solar fotovoltaica es una fuente limpia de energía renovable, lo que significa que puede utilizarse de forma continua sin agotar los recursos naturales y sin producir desechos que requieran disposición, ni emitir gases a la atmósfera. Además, la producción de energía solar no consume ni contamina el agua, aunque es posible que se utilicen cantidades pequeñas para la limpieza de los paneles de vez en cuando

En 1999, Texas estableció una Normatividad del Portafolio de Energía Renovable (RPS, por sus siglas en inglés) como parte de la legislación estatal de reestructuración de la industria eléctrica por medio del proyecto de ley No. 7 del Senado, la cual fue elaborada para incrementar el suministro de energía renovable y los beneficios ambientales asociados para la población de Texas. Inicialmente, la RPS obligaba a los suministradores de electricidad a proporcionar de manera colectiva 2,000 MW de capacidad de energía renovable adicional para el año 2009. En 2005, la Legislatura de Texas aprobó normas más agresivas, mediante las cuales se aumentó el mandato de energía renovable total del estado a 5,880 MW para 2015 y a 10,000 MW para 2025. Texas ya ha superado estas metas. En 2019, el estado tenía una capacidad instalada de 30,507 MW y se generaban 87,985 GWh de electricidad provenientes de fuentes solares y eólicas.

Descripción

El proyecto consiste en el diseño, construcción y operación de un parque solar con capacidad de 160 megawatts en corriente alterna (MW_CA) que se construirá con módulos fotovoltaicos bifaciales de celdas monocristalinas montados en un sistema de seguimiento de un solo eje y un sistema de almacenamiento de energía (SAE) con baterías con capacidad de 40 MW_CA y dos horas de duración. El proyecto se interconectará a la subestación “Pinto Creek” de Lower Colorado River Authority Transmission Services Corporation que opera el Consejo de Confiabilidad Eléctrica de Texas (ERCOT, por sus siglas en inglés), a través de una nueva línea de transmisión aérea de 3.67 millas (6 km). La electricidad producida por el sistema de energía solar, así como los productos generados o habilitados por el SAE (servicios auxiliares y de arbitraje de energía), se venderán a un comprador privado al amparo de un de un acuerdo de cobertura de energía o en el mercado eléctrico mayorista.[1]

[1] Los servicios auxiliares son aquellos que se requieren para respaldar la confiabilidad de la red eléctrica. En el caso del ERCOT, éstos incluyen la regulación de cambios en el suministro de energía, reservas reactivas y reservas rodantes. El arbitraje de energía se refiere a la práctica de almacenar electricidad generada por el parque solar (o adquirida de la red) durante los periodos de menor actividad y descargarla durante los periodos de mayor actividad.

Beneficios

El parque solar aumentará la capacidad instalada para generar energía a partir de recursos renovables, lo que permitirá reducir la demanda futura de electricidad producida a base de combustibles fósiles y de esa forma contribuirá a evitar la emisión de gases de efecto invernadero y otros contaminantes derivados de ese tipo de generación eléctrica. Se prevé que genere 414.31 GWh de electricidad durante el primer año de operación, equivalente al consumo anual de 30,286 hogares. Aunado a esto, se espera que el SAE almacene electricidad generada por el parque solar o la red eléctrica y entregue hasta 13.5 GWh de energía por año, lo que permitirá al operador del sistema administrar la red con mayor eficiencia y reducir el uso de centrales generadoras alimentadas con combustibles fósiles para regular cambios en el suministro y demanda. En total, el proyecto contribuirá a evitar la emisión de aproximadamente 186,398 toneladas métricas/año de CO₂, 132 toneladas métricas/año de NOx y 132 toneladas métricas/año de SO₂. Al mismo tiempo, el SAE ayudará a respaldar el desarrollo de una red eléctrica más eficiente y confiable al minimizar las interrupciones en el servicio y reducir las pérdidas de energía derivadas de desfases entre el suministro y la demanda.